Muchas veces nos cruzamos con personas que se definen a sí mismas como “emprendedoras natas”, porque sienten que el poder de innovación, sus ansias por incursionar en nuevos ámbitos y el torbellino de ideas frecuentes es algo que llevan en la sangre. Esto es genial cuando podemos encausarlo y traducir esas ideas en proyectos viables y concretos, pero puede ser muy nocivo si esa alma emprendedora no acompaña el accionar, no se involucra responsablemente con todo el proceso que implica desarrollar una idea o no se ajusta a las condiciones concretas que su contexto, la competencia y el entorno económico requiera.
Por eso, si te identificás con este perfil de “emprendedora nata”, te proponemos algunas aspectos para evaluar y tener en cuenta a la hora de encarar un nuevo proyectos, para estar seguros de que alcanzarás positivos resultados financieros:
• Si el desafío te llama la atención, procurá generar un espacio neutro de pensamiento para poder evaluar las posibilidades concretas de realización: en este sentido, buscar un interlocutor/asesor con conocimientos del tema, es una buena opción.
• Detrás de todo desafío existe el deseo de prestigio, fama o reconocimiento: al margen de esos factores que seguramente te motivan, evaluá siempre primero la rentabilidad del proyecto.
• Factores numéricos: cuando analices el tema en términos de números concretos, podrás visualizar cuán rentable es el proyecto.
• Plazos: para convertir una idea en una acción, debés pensar los pasos que serán necesarios dar. Planificar etapas te permitirá tener una idea de tiempos, recursos y factores intervinientes en cada etapa.
• Consultá opiniones de las más variadas: escuchá a tu “posible consumidor”, acércate al targuet de tu idea/emprendimiento y no tengas miedo de los comentarios negativos, son ellos los que te ayudarán a ajustar el plan al máximo y comenzar a imaginar la viabilidad del proyecto.
• Estudiá: averiguá, pedí antecedentes del sector. Por más innovadora que sea tu idea, siempre pudo haber alguien que lo intentara antes. Conocer el sector te permitirá no cometer errores de otros y construir realmente un camino nuevo.
Ahora sí, con las ideas puestas en orden y las emociones dejadas de lado, podrás realmente genera “buenas finanzas” gracias a un plan evaluado, tangible y a conciencia.
¡Manos a la obra! ¡A hacer realidad tus proyectos!
por: Fernanda Bolagay
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